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Jugar es importante en todas las edades, la vida adulta no debe apartarnos de los momentos divertidos y de distintos tipos de juegos. Cuando tenemos niñas es más importante apartar horas en el día no solo para acompañarlas a un parque, también para jugar en casa con ellas.
En este artículo queremos presentarte 7 puntos clave que revelan la importancia del juego durante la infancia:
Ayuda al desarrollo psicomotriz
Con el juego las niñas pueden satisfacer las necesidades de ejercicio físico, lo que contribuye al desarrollo de la psicomotricidad.
Los juegos de movimientos se pueden usar como preparación para el aprendizaje, con ellos es posible que se desarrollen habilidades como el equilibrio, la coordinación y la orientación en el tiempo y espacio.
Estas habilidades sirven de base para aprendizajes posteriores.
Les permite explorar
Las niñas en la infancia necesitan explorar el mundo que les rodea, conocer las diferentes partes de su cuerpo y hacerse conscientes de sus funciones.
Conocer sus cualidades y límites también les ayuda a un sano desarrollo, y todo esto es posible por medio de la exploración.
A través del juego pueden hacerse una representación mental del entorno, y aprender la relación entre causa y efecto a través de la repetición de las experiencias durante las horas de juego.
Es un estímulo para la inteligencia
La inteligencia no solo es adquisición de conocimiento, también es el desarrollo de la imaginación y la creatividad. Con el juego, las niñas pueden tener un desarrollo mental adecuado.
Esto les favorece para la adquisición de habilidades básicas que necesitarán desarrollar luego, como la escritura, la lectura y el cálculo.
El juego es la principal fuente de estimulación para las niñas, durante las horas del juego se llevan a cabo conexiones neuronales que incrementan la capacidad cognitiva. Lo que significa que el juego ayuda con el aprendizaje y mejora el rendimiento escolar.
Ten en cuenta que durante la infancia el juego estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, lo que ayuda con el desarrollo de habilidades relacionadas con el razonamiento lógico, y estimula también el lado derecho que es donde se dan las funciones relacionadas con la creatividad.
Les ayuda a madurar
Aunque parezca un tanto paradójico, el juego ayuda con la maduración personal y la autodeterminación, y esto se debe a que a través del juego las niñas se pueden expresar y pueden realizar sus deseos.
Durante los juegos las niñas viven el mundo como lo asimilan, y pueden expresar sus inquietudes, desarrollar intereses personales y mejorar la capacidad de decisión al tener que hacer elecciones entre distintas alternativas.
Permite el equilibrio emocional
Ya hemos dicho que el juego permite que las niñas se expresen, y esto incluye la expresión y descarga de sus emociones.
Genera el espacio ideal para lograr un balance entre las emociones, así que se le puede considerar como lo que los expertos llaman “mecanismo regulador de las emociones”.
Además, les permite experimentar una sensación de bienestar debido a la aparición de pensamientos positivos.
Sirve para fortalecer la autoestima
Por otra parte, con el juego en la infancia se brinda la oportunidad a las niñas de experimentar el autoconocimiento.
Es así como van descubriendo y comprendiendo sus fortalezas y debilidades, al mismo tiempo que experimentan una sensación de libertad que les motiva, lo que en conjunto contribuye al fortalecimiento de la autoestima.
Las prepara para la vida adulta
El juego en la infancia ayuda a adquirir disciplina, a seguir reglas y establecer rutinas, tres aspectos importantes para un sano desarrollo de la personalidad y para asimilar los límites necesarios en el comportamiento.
Es así como aprenden de forma práctica y divertida a seguir normas, a interiorizar reglas, en este caso de los juegos, pero las prepara para asumir responsabilidades y cumplir con las reglas en la sociedad para una sana y productiva convivencia.
Entre los tipos de juegos que les beneficia más en este aspecto están los juegos de imitación, en los que ellas pueden vivenciar actividades que de alguna manera tendrán que cumplir en la vida adulta, esto también puede favorecerle en el desarrollo de la empatía.
De manera que, con el juego, las niñas pueden desarrollar habilidades sociales para el presente y futuro. Les permite encontrarse con otras niñas y niños, aprenden a socializar, y ponen en práctica los distintos roles sociales, preparándose para la vida en sociedad, el trabajo en equipo, la colaboración y otros aspectos de la vida cívica.
Por último, hay que tener en cuenta que el juego en la infancia es importante para mejorar la comunicación y el vínculo familiar y con los amigos, como ya hemos mencionado.
Cuando juegas con tus niñas compartes tiempo de calidad para ellas, quienes aprenden no solo a conocerse mejor a sí mismas, sino también a conocerte mejor a ti.
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