El desarrollo infantil consiste en un proceso de construcción constante, no es lineal, sino irregular, porque depende de factores externos, y puede haber avances y retrocesos, y con retrocesos no nos referimos a atrasos en el desarrollo, sino a oportunidades para fortalecer el desarrollo e incluso reorientarlo.
El desarrollo no tiene una etapa final, así como tampoco la tiene la adquisición de competencias, siempre hay transformaciones que se van dando y son dinámicas.
En el caso específico de las competencias surgen de situaciones específicas, y posibilitan tanto los haceres como los saberes de las niñas, y estas se van manifestando a lo largo del desarrollo.
¿Qué es el desarrollo infantil en la primera infancia?
Con esto se hace referencia al crecimiento y desarrollo de las niñas, lo que engloba los cambios emocionales, físicos, sociales e intelectuales.
A medida que van creciendo aprenden a caminar, hablar, saltar, atarse los zapatos, a relacionarse con otras niñas, entre otras cosas.
Cada uno de estos aprendizajes requiere de habilidades y de procesar la información que reciben a través de los sentidos.
Es así como van coordinando sus interacciones con los objetos, con otras personas, a través de sus habilidades de comunicación, de expresión de sus emociones, y de esa manera podemos ir observando el desarrollo infantil.
En los bebés tal desarrollo se va manifestando en acciones como mirar, succionar, escuchar, llorar, reír, balbucear, entre otras.
¿Qué son las competencias en la primera infancia?
Se trata de los recursos cognitivos y medios por los cuales las niñas van comprendiendo, organizando y construyendo el conocimiento sobre lo que las rodea y cómo relacionarse con cada elemento.
Por ejemplo, apenas a semanas de nacidos, los bebés van calculando cuánto deben abrir sus manos con relación al tamaño de los objetos que desean coger y comienzan a imitar gestos del rostro de sus padres. Por ejemplo, cuando les sacas la lengua y tu bebé trata de imitarte haciendo lo mismo.
A medida que van creciendo muestran más conocimiento sobre cómo se relacionan con lo que les rodea y cómo responder a las situaciones. Por ejemplo, durante los primeros tres meses de nacidos verás que son capaces de seguir visualmente la trayectoria de objetos.
Y así poco a poco mostrarán más competencias durante la primera infancia que les permitirá relacionarse mejor con otros.
Fundamentos clave para el desarrollo infantil y las competencias
Es importante que tengas en cuenta que el desarrollo infantil depende de una serie de fundamentos que van desde la buena alimentación, el buen cuidado y el amor que les vas brindando a lo largo del crecimiento.
Estamos seguros de que es algo que haces de forma extraordinaria, porque amas a tus niñas y por eso queremos felicitarte.
Además, también te queremos compartir algunos aspectos para que sigas teniendo en cuenta. Lo primero es saber que las competencias de las niñas en la primera infancia surgen y se desarrollan mediante las relaciones sociales, la construcción de significados y la atribución de sentido a sus propias experiencias.
Es así como las niñas van desarrollando cualidades y habilidades únicas y diferentes. A través de las relaciones con sus padres, familiares y amistades, aprenden a comprender sus deseos, emociones, intenciones y pensamientos.
La interacción con el mundo físico y natural también ayudan al desarrollo de las competencias en la primera infancia, van descubriendo y comprendiendo los principios causales y las leyes naturales que pueden diferir de las leyes del mundo social.
Esta interacción les ayudará a anticipar soluciones y tener alternativas a la hora de tener que reaccionar ante situaciones y contextos.
Por lo tanto, las competencias que las niñas desarrollan en la primera infancia reflejan la construcción que van teniendo de sí mismas, el establecimiento de relaciones con el entorno y con otros, y reflejan también cómo van construyendo el mundo ante sus ojos.
De forma progresiva van desarrollando autonomía, para ir dejando de ser absolutamente dependiente, para comenzar a dar pasos cada vez más grandes en torno a sus identidades, desempeños, comportamientos y actuación.
De manera que los distintos ambientes en los que las niñas se desenvuelven deben favorecer el desarrollo infantil y las competencias.
En San Patricio estamos consciente de ello y por eso propiciamos siempre los mejores escenarios educativos para el bienestar físico, mental, socioemocional y espiritual de nuestras estudiantes.
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